lunes, 4 de diciembre de 2017

LA INMORTALIDAD - Milan Kundera ****(4/5)

LA INMORTALIDAD - Milan Kundera

Género: Ensayo

Autor: https://es.wikipedia.org/wiki/Milan_Kundera

Sinopsis: Inspirado por el gesto de una mujer madura que revela un juventud interior soterrada bajo las capas y pliegues de la edad, Kundera desarrolla un conjunto de reflexionas noveladas, recuerdos y opiniones sobre el ansia del ser humano de perpetuarse, sentirse único y alcanzar por sus obras la inmortalidad.

Sobre la obra:

Creo que puede decirse que hay autores que creen escribir ensayos, cuando en realidad escriben novelas, y otros como Kundera que escriben ensayos cuando creen escribir novelas. Digo esto frente a "La inmortalidad", una novela, que es un ensayo. Desde las primeras líneas, la lectura se ve trabada por reflexiones, deliciosas digresiones y jugosas anécdotas (ajenas e ilustres anécdotas). El autor, por así decirlo, pone en medio de nuestro taller un lienzo en blanco, suspendido, y luminoso; en una mano deposita un pincel y en la otra la paleta rebosante de fuliginosos oleos. Luego proyecta trémulas sombras sobre el lienzo, evocaciones que se devanan unas con otras en una madeja que despierta nuestros recuerdos, nuestros anhelos, nuestros miedos y convicciones secretas.
En Agnes, su idealizada musa y versión femenina del Prometeo, "los verbos apasionados" reflejan la inseguridad del que los pronuncia, reflejo íntimo robado a nuestro subconsciente. El autor allana nuestra alma con sigilo y elegancia felinas, roba una imagen y dibuja el escorzo en el que reconocemos nuestro reflejo fiel.

Habla sin empacho de la raza humana, y destila modestia aun siendo tan grande la osadía. Antes reinaba la fuerza, la fe, el martillo; pronto reinará la razón, nos prometen, pero; ¿Quien rige nuestros destinos durante este interregno? La abulia, ese gran anestésico. Descalzos sobre su alfombrada indolencia cruzamos el ancho Rubicón hacia el "superhombre".

El autor anhela la inmortalidad; no tarda en convencernos de la realidad insoslayable de que ese deseo aunque oculto, es común a todos los hombres. La ansiamos de modo distinto unos de otros. Hay quienes la quieren por vanidad y desprecio y hay quienes la desean por encima del pobre concepto que tienen de si mismos para que no desaparezca para siempre el anhelo que un día los hizo sentir vivos.

" ... no tiene nada en común con esos seres bípedos, con una cabeza sobre el cuello y una boca en el rostro. Hacía tiempo se había interesado por su política, por su ciencia, por sus descubrimientos, se consideraba una modesta parte de su gran aventura, hasta que un buen día nació en ella la sensación de que no formaba parte de ellos."

El autor toma distancia respecto de la raza entera, de su futilidad, o de la futilidad de sus acciones. Le cuesta encontrar motivos para amarse dentro de esa especie hueca, cuya imaginación baldía apenas produce. Bajo la superficie carbonizada de la sociedad debe haber genios, pero nada asoma.

El autor divide la sociedad en dos tipos de individuo:
"En nuestro mundo, en el que hay cada vez mas caras y cada vez más parecidas es difícil para uno confirmar la originalidad del "yo" y convencerse a sí mismo de su irrepetible unicidad. Hay dos métodos para ello; el de la suma y el de la resta. Hay quienes restan al "yo", todo lo externo y prestado, lo superfluo, para de este modo aproximarse a su propia esencia. El riesgo consiste en que al final de cada resta acecha el cero.
Otros emplean el método de la suma. Para que su "yo" sea más visible, más aprehensible, más voluminoso le añaden más y más atributos y procuran identificarse con ellos, con el riesgo de que bajo el peso de estos se aplaste y se pierda la esencia del "yo"."

Poco que añadir a las palabras de Kundera; de forma cristalina queda explicado, la mitad de la sociedad muere aplastada bajo el peso de su boato y la otra mitad languidece sola.


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