Género: Aventuras
Autor:https://es.wikipedia.org/wiki/Lawrence_Norfolk
Sinopsis:
El joven Lempriere vive en un mundo de sombras, a escasos milímetros de las páginas de los clásicos hasta que Charles, su padre decide proporcionarle unos anteojos.
Un mundo nuevo se abrirá ante el, un mundo en el que sus sueños y delirios se harán tan reales y tangibles que su vida correrá serio peligro.
Sobre la obra:
Debo admitir que esta novela me ha conducido por diversos estados de opinión un tanto discordantes entre sí.
Emprende uno el proyecto de leerla espoleado por las críticas que la preceden (todas hablan de una gran obra) y pronto se encuentra uno en medio de un manglar de letras, compuesto por la más abigarrada amalgama de cultismos, definiciones minuciosas e interminables, alusiones mitológicas dignas de una tesis doctoral firmada por el mismísimo Homero, párrafos inabarcables y en apariencia inconexos, saltos temporales bidireccionales, y una confusión colérica de personajes informes y dotados de personalidades deslavazadas. Por esto se entiende, que el lector común se vea en apuros para avanzar en el dédalo inextricable de la trama.
Si uno se sobrepone al heroico intento del autor de convertirse en Umberto Eco escribiendo canción de fuego y hielo se topa con un corazón de la obra que no desmerece.
De improviso Eco se transforma en Zafón, legible, imaginativo, cinematográfico... y la trama adquiere entonces un apreciable e incluso notable magnetismo. Las páginas pasan volando.
Cuando hemos superado las 450 el noruego se supera y nos introduce en una suerte de vericuetos y aventuras deliciosas.
El último tramo, y en definitiva el desenlace de la obra, todavía me tiene escandalizado. Sin revelar nada que no sea prudente para el futuro lector diré que, se diría que le encargó el final de su obra a otro autor, acostumbrado a un género distinto e incluso distante.
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