lunes, 11 de septiembre de 2017

EL LIBRO DE LAS ILUSIONES - Paul Auster * (1/5)

EL LIBRO DE LAS ILUSIONES - Paul Auster

Género: Drama

Autor: https://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Auster

Sinopsis: Una tragedia familiar lleva a nuestro protagonista a un estado de melancolía bajo el que corre el riesgo de perecer, sólo una película muda consigue sacarle de su ensimismamiento, una película del Hector Man. Desde ese momento no puede dejar de pensar en el, de investigar sobre él, hasta que una serie de acontecimientos le lleva como un huracán hacia su historia y desenlace.

Sobre la obra:
No recuerdo el comentario que hice su otra obra, Leviathan, (la otra obra suya que he leído) pero sin consultarlo, me arriesgaré a redundar en mis opiniones sobre el insigne autor norte americano.
Demuestra una extravagante y un tanto depravada opinión sobre las mujeres. Un poco como si Truman Capote se hubiese transmutado en un heterosexual resentido y perdido el virtuosismo y la plasticidad de sus descripciones sobre la figura femenina de los que hacía gala. Capote, conocedor profundo de las mujeres y sus particularidades, prefiere a pesar de ello describirlas como aparecen en su imaginario: sincopadas y agrias, Auster sin embargo, no las conoce, no las admira, no las respeta. Tiene eso en común con De Lillo, Reverte, de Prada y otros misóginos, con el añadido de su propia convicción de ser un Don Juan cosmopolita por méritos propios.

Debo admitir que esta novela se me ha hecho más soportable que la anterior, tal vez no me arrepienta de la masoquista decisión de haberla emprendido.

Adolece de su acostumbrada prosa gélida, calculadamente pragmática, atonal. Su línea argumental es confusa, llena de digresiones, con apariencia de improvisación.

Es hábil colocando al lector en modo "B", (aunque reiterativo), aislarlo, conmoverlo fugazmente para convencerlo de que algo está por llegar, algo que vale la pena.

El mundo de sus novelas parece el suyo, el de esa caterva de adictos a las cenas frugales regadas de licores caros, trajes caros, joyas caras, palabras baratas..
Abusa constantemente, como recurso, de las sensaciones extrasensoriales o extra corpóreas para justificar los cambios o las decisiones incongruentes. Su personaje se siente impelido a, pierde la voluntad en favor de, una fuerza interior le impide que.... un burdo truco repetido hasta el hastío para ahorrarse explicaciones o reflexiones metafísicas.

Quizá lo más irritante de sus novelas, sea esa prosa fría con la que relata hechos extraordinariamente parecidos a los devaneos y perfidias propias de los culebrones latino americanos. Hay situaciones, emociones, encuentros, que si no se describen con la lírica adecuada, si no se riegan de la belleza de las mejores letras, sólo son chismorreos ramplones.

Creo sinceramente que el autor carece por completo de imaginación creativa, y que sustituye este imprescindible ingrediente con una suerte de caos escénico regado de sexo esplícito, ambientes narcóticos o etílicos y una sucesión de imposibles que, como las mentiras más feroces, resultan finalmente vagamente verosímiles. Un ejemplo de esto es la forma en que "calca" los accidentes de sus personajes y abusa de las tragedias para formar situaciones absolutamente inverosímiles.

Así continúa la obra hasta su desenlace, previsible en su imprevisibilidad, absurda, neurótica, irracional hasta que las últimas páginas mutan, se tornan levemente poéticas. Parece emerger una suave melodía racional entre los ritmos sincopados y uno se pregunta, honradamente si de verdad he perdido el tiempo leyendo la novela, o lo he perdido años atrás, en pozos de negras veleidades y lecturas ramplonas.




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